La cerveza es una bebida alcohólica elaborada a partir de la fermentación de granos de cereal, como la cebada, el trigo o el centeno. Se aromatiza con lúpulo, que le brinda las características de amargor y aroma, y se añade levadura para convertir los azúcares del cereal en alcohol. Es una de las bebidas más antiguas y populares del mundo, apreciada por su sabor, aroma y propiedades refrescantes. Se disfruta sola o como sobremesa de las comidas. Formando parte importante de la cultura y tradiciones de muchas sociedades.
La cultura de Irlanda está ligada especialmente con la cerveza a los ojos de todo el mundo, pero no es solamente en su consumo, sino también por su producción. Aunque la cerveza no proviene de Irlanda, actualmente, este país se encuentra como uno de los mayores productores de cerveza del mundo y cuenta con una historia de más de 5000 años, que permite que toda su cultura se haya centrado en generar productos de gran calidad, conocidos globalmente.
¿Cuáles son sus verdaderos inicios?
Hace algunos años, dos investigadores quisieron descubrir uno de los grandes misterios de la arqueología irlandesa: los fulacht fiadh. Aunque este término aparece reflejado en la literatura irlandesa desde el siglo IX, sus orígenes se remontan al Neolítico, donde se cree que se relacionan con los orígenes de la cerveza irlandesa.
Partiendo de la teoría de la predisposición natural de todos los hombres para buscar medios para alterar sus mentes, se llega a la conclusión de que estos, podrían haber sido las primeras cervecerías del país.
Siguiendo el trabajo de muchas investigaciones que ya habían establecido que la primera beoir (cerveza en gaélico) de Irlanda se había elaborado en la Edad del Bronce. Los arqueólogos de esta exploración decidieron condimentar la bebida con hierbas autóctonas, como el Mirto de Brabante o la Reina de los prados, plantas que actuaron a modo de gruit medieval, atenuando el dulzor de la malta, ya que el lúpulo llegó a Irlanda mucho tiempo después.
Los monjes cerveceros
Después del 1130, los religiosos conformaron organizaciones en las que la vida giraba alrededor del trabajo y la oración, donde la cerveza ocupaba un lugar importante en la vida de estas comunidades. Seguramente, buscaban explotar los cultivos de cereal de la mejor forma posible, de hecho, muchos monasterios instalaron su propia cervecería.
Al igual que en la Europa continental, la producción de cerveza se profesionalizó de la mano de la Iglesia pero la conformación de una burguesía cervecera laica fue mucho más tardía en Irlanda. Se sabe que la primera cervecería comercial del país inició su actividad en 1696. Hasta la apertura de esta cervecería se cree la mayor parte de la cerveza que se consumía en Irlanda era importada de Inglaterra y Escocia.
¿Cómo inició la cerveza Guinness?
Con el tiempo, los cerveceros locales tomaron una cerveza de muy baja calidad y la renovaron, combinaron la cebada con el lúpulo que era importado de Inglaterra, creando así una cerveza especial, que llamaron Stout. Una cerveza oscura, con un ligero sabor a café y una espuma cremosa, se convirtió en la mejor representante de la cerveza irlandesa.
El secreto de esta cerveza radica en el tostado intenso de la malta, que se buscó realizar de una forma similar al del café y con un alto contenido de nitrógeno. Lo que crea una textura densa y un color negro intenso que la distingue.
Hoy en día, la stout irlandesa, cuyo mayor productor es Guinness, es apreciada por su sabor único y su textura cremosa. Una bebida con historia, tradición y un sabor inigualable, que crea experiencias en todo el mundo.
¿Cómo influye económicamente esta icónica cerveza irlandesa?
En la actualidad, el mayor representante de este producto que mueve parte de la economía, es la cerveza Guinness, emblema de Irlanda, que tiene una historia desde Arthur Guinness, quien la creó en Celbridge. Tras años de experimentar con diferentes cervezas, dio con la icónica cerveza negra, como su mejor creación.
Guinness no solo es famosa por su sabor, sino también por su impacto en la cultura irlandesa. Se suele ofrecer a los donantes de sangre como recompensa y se consume en grandes cantidades, especialmente en Dublín, donde se venden alrededor de 9800 pintas cada hora, durante el fin de semana. Además, es una de las más grandes del mundo, con una producción anual de más de 850 millones de litros. Emplea a miles de personas, en Irlanda únicamente, ofrece trabajo a más de 3000 personas, lo que la convierte en un importante motor de la economía irlandesa.
Más allá de ser una bebida deliciosa, la cerveza Guinness es un símbolo de Irlanda y una parte importante de su cultura. Ahora que conoces su historia, ¿Qué esperas para disfrutarla en tu próximo viaje de estudios en este maravilloso destino?
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