Cuando estudiamos cursos de idiomas en el exterior, debemos tener claro que no vamos únicamente a estar en un salón de clases, ya que la experiencia misma nos lleva a recorrer sus sitios turísticos y para los amantes de lo desconocido, a conocer su historia, su cultura, sus costumbres y su gastronomía, en ULearn buscamos que nuestros estudiantes se lleven gratos recuerdos de su experiencia. La gastronomía francesa es conocida en todo el mundo por su calidad y variedad, siempre hemos escuchado que es elegante y exquisita. Es tan conocida que el 16 de noviembre de 2010 se incluyó en la lista como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

La comida gastronómica francesa es una práctica social tradicional que tiene como objetivo celebrar los acontecimientos más importantes de la vida de personas y grupos, como nacimientos, matrimonios, cumpleaños, éxitos y reencuentros. Esta experiencia culinaria subraya la importancia de sentirse a gusto en compañía, el placer de degustar manjares y bebidas, y la armonía entre los seres humanos y los productos de calidad.

La comida sigue un esquema predeterminado: comienza con un aperitivo y finaliza con beber una copa de licor, e incluye como mínimo cuatro platos: entremeses, pescado o carne con guarnición de verduras o legumbres, quesos y postre. Las personas que tienen un conocimiento amplio de la tradición culinaria bucan preservarla por la práctica de los ritos gastronómicos y constantemente los transmiten a las nuevas generaciones.

Historia de la cocina en Francia

La cocina francesa, es reconocida mundialmente por su sofisticación y técnicas elaboradas, esto se lo debemos a que ha experimentado una evolución constante a lo largo de los siglos. Sus raíces se cimientan en los enormes banquetes de la Edad Media, donde la búsqueda de platos más refinados dio lugar a la creación del «issue de table», el precursor del postre actual. 

Cocineros expertos de la época como Guillaume Tirel, autor del libro «Le Viandier», fueron los que empezaron por documentar las bases de la cocina francesa, alejándose de la influencia romana. En el siglo XVII, la cocina francesa experimentó un auge gracias a François Pierre La Varenne, autor del «Cuisinier François», que modificó la organización de las recetas por orden alfabético.

Poco después, durante la Revolución Francesa llegó Marie-Antoine Carème, quien codificó las cinco salsas madre: española, velouté, bechamel, holandesa y de tomate, pilares de la cocina francesa. A finales del siglo XIX, Georges Auguste Escoffier introdujo un sistema de trabajo en equipo, donde cada cocinero se especializaba en una parte del plato.

Entrados en el siglo XX vemos nuevas tendencias, que buscaron simplificar la cocina con salsas y caldos más ligeros, condimentados con hierbas y especias finas. Aquí se empieza a priorizar la presentación sensorial, buscando que todos los sentidos fueran alterados, creando platillos coloridos, aromáticos e innovadores. Las raciones se redujeron y en casos puntuales se incrementó la cantidad de platos por menú.

La cocina francesa continúa evolucionando, preservando su tradición mientras se adapta a los gustos y tendencias modernas, consolidándose como un referente culinario a nivel mundial.

Tipos de cocina francesa

El estilo francés es único, pero internamente tiene características variables que hace pequeños cambios en las recetas o preparaciones, puede ser su zona geográfica o el enfoque de las comidas. En este sentido, podemos decir que la gastronomía francesa se divide en 4 estilos:

Cuisine Classique

Es una cocina tradicional, elaborada, basada en técnicas y recetas transmitidas de generación en generación. Busca enfocarse en la presentación formal y la armonía de sabores.

Alta cocina

Se conoce como cocina de lujo, es refinada y exclusiva. Se caracteriza por hacer uso de ingredientes de alta calidad, técnicas culinarias complejas y presentaciones elaboradas.

Nouvelle cuisine

Este tipo de cocina inició como un movimiento culinario en los años 70. Buscó simplificar la cocina clásica, mediante ingredientes frescos y técnicas de cocción más ligeras. Sus platos evidencian el sabor natural de los alimentos con una presentación creativa.

Cuisine du terroir

Es una cocina que se basa en los ingredientes y las recetas tradicionales de cada región francesa. Busca destacar los productos locales y la cultura gastronómica de cada zona.

Platos reconocidos a nivel mundial

La gastronomía francesa es famosa en el mundo debido a su rica variedad de sabores y texturas únicas. Esta diversidad de platos se debe a la combinación de ingredientes de calidad con las técnicas de cocina que mencionamos anteriormente.

La creatividad y la imaginación de los cocineros franceses que se reflejan en los platillos y el característico estilo de vida francés, ha hecho de la gastronomía francesa una de las más admiradas, deseadas y reconocidas a nivel mundial. Te compartimos algunos de los platos que has comido alguna vez y provienen de Francia:

Pan baguette

El icónico pan francés fue declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO en 2022, su traducción es similar a “varita” o “bastón”, fue creado por primera vez hace más de cien años en París y se le atribuye en algunas historias a Napoleón, que pensando en sus soldados, pidió un pan que fuera no redondo, sino màs bien alargado que permitiera la facilidad del transporte. Según los franceses, una baguette debe hacerse solo con harina, sal, agua y levadura. El tamaño debe ser de 65 cm de largo, aunque puede llegar a medir hasta 1 metro. Por último, el pan tiene que ser horneado en el local donde se vende.

Crêpe

La crêpe, se originó en Bretañay tiene su propia fiesta el 2 de febrero. Es una masa simple a base de harina, leche, huevos y sal. Se puede comer como un postre, dulce, con nutella, fruta fresca o crema batida, o en extensas propuestas saladas con queso, jamón, champiñones o verduras.

Croissant

El croissant, aunque de origen vienés, se ha convertido en un ícono de la gastronomía francesa. Su forma de media luna perfecta, resultado de una masa hojaldrada elaborada con harina, levadura, mantequilla, agua y sal, esconde un interior suave y aireado que se deshace en la boca.

Creme Brulée

La crème brulée es un deleite de texturas y sabores. Una crema suave y aterciopelada a base de crema, leche, yemas de huevo, azúcar y vainilla se esconde bajo una capa crujiente de caramelo tostado. Es un contraste irresistible que deleita el paladar y la vista. Un dato curioso es que la técnica de caramelizar la superficie se remonta a la Edad Media, cuando se utilizaban planchas de metal al rojo vivo para crear esta deliciosa capa crujiente.

Ratatouille

Un plato reconocido por una película, nació en el siglo XIX en la Provenza francesa, es un festín de colores y sabores. Gracias a los experimentos de los agricultores de Niza, que buscaban aprovechar al máximo sus cosechas, combinaron calabacines, berenjenas, tomates y cebollas en un guiso lento y aromático, creando esta apetecida obra. Las raíces de la palabra ratatouille, al separar sus dos sílabas, «rata» significa «comida» y «touille», «remover», que son lo característico de su preparación. Desde Provenza, ha conquistado paladares en todo el mundo, siendo especialmente popular en Europa, Medio Oriente y América.

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